Traspasando las fronteras: El inesperado viaje de Sol

Marisol Arreola Ruiz alumna de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Durango en la licenciatura en educación Preescolar e integrante de la primera generación del CEFOLID nos enorgullece como Folidianos en su travesía por España y sus ciudades aledañas.

“Sol” como es mejor conocida por las generaciones, emprendió un viaje que amplió sus sueños y horizontes, al aprovechar una oportunidad increíble otorgada por el Instituto Mexicano de la Juventud IMJUVE con la beca “Experto Universitario en las Telecomunicaciones y las TIC” acompañada por otros 199 Mexicanos, cien en el tema de energías y otros cien con el de telecomunicaciones , este segundo en el cual ella participaba con su proyecto, compactando las tecnologías con su preparación como docente para capacitar a los padres de familia de sus aulas y que así ellos aprendan a darle un uso funcional a las mismas, además de su desarrollo personal para poder desarrollar otras habilidades respecto a las tecnologías; su permanencia fue de tres meses en Madrid España, en dónde aprendió temas relacionadas con el “marketing, derecho” entre otros, que sin duda aunara con su carrera para un mejor desempeño que contribuya en la mejora de la sociedad y la sustentabilidad de su entorno social, para ella “un sistema pueda mantenerse por sí mismo”.

Además de lo aprendido académicamente convivio con diferentes culturas que acrecientan sus ideas y la hacen crecer como persona, “ahora lo que veías como imposible, lo ves sólo como un reto más” temas que comparte con sus familiares y amigos, sin duda son experiencias de vida.

Sol considera que es importante que más líderes multiplicadores vivan esta experiencia pues se practican los valores aprendidos en el CEFOLID, como la Innovación, Autodidactismo e Independencia, Puntualidad, Competitividad, Trabajo en equipo, Disciplina, Congruencia y Compromiso, Respeto, entre otros, que repercuten para toda la vida, y crean un efecto multiplicador y transformador al aplicarlos en conjunto con sus proyectos personales, y nos confirma que “ser Folidiano es un estilo de vida pues te cambia la visión del mundo y te muestra que puedes lograr más cosas, si insistes puedes lograr lo que quieres, sólo cuando todo se ponga difícil no renuncies”

Ahora se encuentra en su séptimo semestre, a punto de culminar su carrera y emprender un nuevo viaje de enseñanzas y aprendizajes, entusiasmada por su regreso a la escuela después de “cinco meses de otros aprendizajes” como nos los hace saber por medio de sus redes sociales, sabemos que empleara su trayectoria para contribuir a la mejoría de la sociedad, tal cual trabajan los demás 166 Folidianos hasta el momento.

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